miércoles, 2 de octubre de 2013

Literatura




Lo más importante en la enseñanza de la literatura, es la didáctica. Es fundamental fomentar en nuestros alumnos un hábito de lectura, de tal manera que sean críticos con todo aquello que lean. Por esta razón y por otras muchas como que los estudiantes participen en el proceso de aprendizaje, el docente debe manejar la didáctica. 

Una de las técinas que puede utilizar el maestro es la combinación de modos de leer, es decir, lectura individualizada, acompañada, guiada por el docente, etc. De esta manera, los alumnos además de realizar lecturas como material de estudio, podrán leer para informarse, enriquecerse culturalmente o incluso por gusto personal. 

Como futuros docentes debemos dejar que los alumnos indaguen en la literatura, búsquen todo aquello que les llama la anteción. Debemos buscar el gusto y agrado por la literatura y eso, debemos hacerlo pensando en sus gustos y en su propia implicación. Respecto a aquellos alumnos más expertos en la lectura, el enfoque cambia, ya no debemos inducirlos a la literatura sino guiarlos para que adquieran un sentido crítico de la misma. 

Como una actividad para el aula, podemos incitar a que los alumnos competentes en la lectura una actividad que consista en la producción de un texto donde se ponga de manifiesto todas las experiencias vividas gracias a la literatura, de tal manera que puedan presentarlos a alumnos más pequeños y sean ellos mismos los que fomenten la lectura literaria en niños más pequeños.

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